jueves, 18 de agosto de 2016

PEDAGOGÍA DE LA COOPERACIÓN ESCOLAR



CÓMO Y PORQUÉ  FORMAR COOPERATIVAS ESCOLARES:

Los niños mayores de 10 años, son calificados como buenos observadores, psicólogos y jueces. Están en condiciones de elegir presidente, vicepresidente, secretarios, tesorero.  Secretario adjunto  y tesorero adjunto.

Los alumnos obtendrán educación ciudadana, de la educación moral y de la intelectual, además de estar vinculada a la enseñanza pública, debe estar orientada a un beneficio no material.

En una cooperativa escolar,  el trabajo resulta alegre más alegre y provechoso, la camaradería es más cordial y el ideal más elevado.  Los deberes que impone la vida en común, de las iniciativas que exige, las responsabilidades que origina y la disciplina a que obliga.  Familiariza con la organización y el orden e inculca las ideas de ayuda mutua y altruismo.

Los beneficios cívicos pueden tomar forma desde el punto de vista cívico, pero no resulta beneficioso para nadie, que el chico sea quien maneje dinero real y mucho menos un profesor o un familiar, desde ningún punto de vista debe permitirse esto, experiencias han demostrado que la cultura cooperativa puede desvirtuar sus principios y caen fácilmente en el testaferrato y la delincuencia organizada.

El niño puede desarrollar un sentido de solidaridad entre los ciudadanos de un país y la de todos los hombres entre sí, pero es necesario instruirlos en éstos aspectos con claridad y en la forma correcta, 

Se requiere un adulto responsable que no coaccione al niño y que pueda reunir voluntades para financiar escuelas carentes de medios económicos, socorro a poblaciones damnificadas, sólo así se va conformando una sociedad que trabaja en cooperación,  Sólo la alegría de crear en común se imponga a todos los afanes personales y egoístas y nuestras escuelas se transformen en comunidades de aprendizaje, no de trabajo del niño.

El niño pasará del medio familiar a uno social, pero no podrá trasladar sus efectos colaterales al ámbito familiar.  

El niño adquiere pronto sensibilidad para ello, no sólo al comparar las obras y los resultados de cada cual, sino también con el drama de la fidelidad a los compromisos contraídos y a la palabra empeñada.  Para él, se trata, en efecto, de cumplir las promesas hechas, incluso y en general cuando éstas han surgido en el entusiasmo de la deliberación común.

Una cooperación bien dirigida en el seno de un grupo de alumnos ejerce sobre la formación de la personalidad,   Un grupo dirigido por una personalidad torcida, envidiosa y ambiciosa, no puede entregar buenos resultados y los chicos estarán en un máximo peligro, ellos mismos, sus familias y sus compañeros de trabajo.

En la enseñanza del primer grado, la formación cívica no se da antes del curso final; pero en dicho curso, el programa de moral e iniciación a la vida cívica; consta de seis partes, que abarcan:
  1. La Organización del Municipio, el sufragio universal, las relaciones entre los poderes públicos y la organización de justicia y asistencia social.  Cuestiones que entrañan problemas morales.
  2. La Organización política administrativa y judicial,
  3. Nociones elementales  sobre los contratos más corrientes y
  4. La Reglamentación del trabajo
  5. La vida del ciudadano derechos y deberes, las obligaciones escolares, militares y fiscales
  6. Las relaciones internacionales.

Desde este punto de vista, puede afirmarse que en la escuela tradicional, además de la inadecuación a las necesidades del niño, se da una inadaptación a las necesidades generales de la sociedad.  En fin y sobre todo, la escuela activa se ve llevada, en virtud de sus mismos principios y del espíritu que la anima, a acoger ampliamente el trabajo competitivo.

"La reunión de los niños en una pequeña asamblea general, la elección de sus responsables o de un pequeño consejo de administración, la designación por parte de éste, de su mesa, sometida a la aprobación de la asamblea general, etc. he aquí unas prácticas que le habituarán al juego de las instituciones;  pero podríamos decir, imitando a Esopo, que las instituciones son la mejor y la peor de las cosas.  Conocerlas y practicar sus procedimientos puede servir tanto para respetarlas como para desvirtuarlas.  El hecho de reunir niños en asambleas generales no quiere decir que formamos ciudadanos.  

Se piensa erróneamente que haciéndoles practicar el trabajo en común, con todo lo que ello implica en cuanto a desinterés, perseverancia y a veces abnegación, es como tendremos probabilidades de obtener, sino de todos, de algunos al menos, unas cualidades de organizador, una constancia y una abdicación personal ante los intereses colectivos que les permitirán obrar en bien de todos,  como ciudadanos libres de un estado."

Para llegar a esto no basta con estar iniciado en la organización del municipio, la provincia o el Estado, no es suficiente haber tenido en las manos algunas partidas del  REGISTRO CIVIL, CIERTOS NÚMERO DE  IMPRESOS DE GIROS POSTALES O UNAS CUANTAS ACTAS JUDICIALES O DE SESIONES PARLAMENTARIAS RELATIVAS AL VOTO DEL PRESUPUESTO ESTATAL, NI HABER OÍDO O LEÍDO CONSIDERACIONES, POR MUY CONVINCENTES QUE SEAN, SOBRE LA SOLIDARIDAD DE LOS CIUDADANOS O DE LOS PAÍSES ENTRE SÍ.

Acá entra la labor del maestro,, quien deberá tener gran cuidado en preparar a sus alumnos.  Ahora bien, con mayor frecuencia de lo que pueda suponerse, es posible crear las condiciones favorables de píes a cabeza.   Un maestro o un profesor ganado por el ideal cooperativo, con iniciativa  y que no tema ni las responsabilidades ni el esfuerzo, puede suscitar en alumnos mentalmente retardados, mediante trabajos bien adaptados y organizados según el principio de la cooperación, una disciplina, voluntad y lealtad capaces de resultados muy aceptables.

El ejemplo de esos albañiles aficionados que hemos citado, no debe hacer creer que éste tipo de empresas sólo resultan adecuadas para muchachos mayores.   Guardando las debidas distancias y naturalmente, tomando toda clase de precauciones, no estarían fuera de lugar análogas experiencias con alumnos que estén finalizando los estudios primarios, en particular a base de sencillos trabajos de horticultura, carpintería, herrería, cestería, cerámica, apicultura, etc.

Finalmente, es de gran utilidad, los Debates en Común, en ocasión de la presentación de memorias sobre actividades cooperativas, en un establecimiento para niños deficientes.  No se trata de sustituir sin diplomas, a los profesores especialistas en niños inadaptados.

En muchos casos, estos elementos diseminados pueden salvarse mediante la organización de un trabajo cooperativo juiciosamente adaptado.  Un vasto campo de acción se abre con ello a los maestros de buena voluntad.

PEDAGOGÍA DE LA COOPERACIÓN ESCOLAR.
Paideia.
Biblioteca Gimnasio Campestre
Bogotá  D.E.








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