lunes, 18 de abril de 2016

LA LEY WAGNER DE 1.935



La cambiante actitud del Congreso hacia los Sindicatos condujo a la aprobación de una serie de proyectos de Ley pro fuerza laboral, el más importante de los cuales fue la Ley  Nacional de Relaciones Laborales de 1.935. mejor conocido como la Ley Wagner, éste histórico proyecto legislativo declaraba:
Los empleados tendrán el derecho a organizarse por sí mismos, de formar organizaciones laborales, afiliarse o colaborar en ellas, de negociar colectivamente por medio de representantes elegidos por ellos y participar en actividades con el propósito de entablar negociaciones colectivas u otras formas de ayuda o protección mutua.
Por primera vez, se había concedido a la fuerza de trabajo el derecho expreso a negociar colectivamente.  Además, la Ley estableció la Junta Nacional de Relaciones Laborales  (NLRB), para garantizar que los empleadores no impusieran  "prácticas de trabajo injustas".  Se exigía a la NLRB que fuera a las fábricas y celebrara elecciones cuando los trabajadores querían organizarse o ser representados por un determinado Sindicato.  Logró autorización para exigir a los patronos que pagaran salarios caídos a los empleados que fueran despedidos injustamente a causa de sus actividades sindicales.  Sin tal apoyo del congreso,   Los Sindicatos nunca habrían alcanzado su fuerza actual:  La afiliación a los Sindicatos aumentó a casi  nueve 9 millones hacia 1.940.

Tendencias antisindicales, después de la Segunda Guerra Mundial surgió una intensa reacción entre mucha gente, propiciada por la industria, contra lo que consideraban el poder injustificado de los Sindicatos.  Se arguyó que la fuerza de trabajo tenía más poder que la industria.  Muchas personas pensaron que la Ley Wagner estaba unilateralmente a favor de la fuerza laboral.  Como resultado de ello, el  Congreso aprobó en 1.947 la Ley de relaciones Obrero Patronales, mejor conocida como Ley Taft- Hartley.  Llamada así en honor a sus auspiciadores, en el Senado y la Cámara de Representantes respectivamente, esta espada de doble filo, que fue aprobada a pesar de la feroz oposición de la fuerza de trabajo, prescribe pautas de conducta para los Sindicatos así como para los patronos.  Se protegió a los trabajadores que no deseaban afiliarse a Sindicatos.  (Los sindicatos consideraron que ésto era injusto porque creían que los trabajadores no Sindicalizados disfrutaban de las ventajas conquistadas por los Sindicatos sin participar en los costos.)  Las huelgas que pusieran en peligro la Salud o la Seguridad nacionales podrían suspenderse durante 90 días a solicitud del procurador general de los EUA.  Se exigía a los Sindicatos avisar con 60 días de anticipación el inicio de una huelga.  Los Sindicatos podían ser demandados y responsabilizados por las actividades de sus agentes.  Se restringió a los sindicatos en materia de actividades políticas y aportaciones financieras a las elecciones.   A pesar de los continuos esfuerzos de los opositores por hacer que se derogue,  ésta Ley todavía está en vigor.


SERVICIO INFORMATIVO Y CULTURAL DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA.


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