viernes, 29 de abril de 2016

CONCENTRACIÓN/ DIFUSIÓN Y DIVISIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO.





EL PROCESO DE CONCENTRACIÓN/DIFUSIÓN DEL CAPITAL Y LA DIVISIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO.


En la fase de mundialización, el proceso de concentración no debe entenderse de la misma manera que en la fase Capitalísta.   En la que el término concentración aludía al gigantismo industrial en planta.  Por la propia esencia del proceso de internacionalización del capital productivo. la concentración en ésta fase se refiere a la acumulación empresarial  de las fuerzas productivas del sector en pocas empresas, aunque estén repartidas en distintos lugares.

De ahí que en la actual fase pueda hablarse del contenido de la concentración de capital, como un doble proceso de concentración/difusión.

El papel de las empresas multinacionales ha sido crucial en este proceso de concentración-difusión del Capital.  En tal sentido, en términos positivos, sus actividades significan un impulso para aumentar la eficiencia en la distribución de recursos y transmiten una variedad de impulsos económicos (Tecnología y formación laboral).  Pero también reproducen factores negativos que frenan el crecimiento, tales como:

  • Actuación Monopolística.
  • Posible introducción de tecnologías con graves impáctos ecológicos.
  • Empleo de tecnologías ahorradoras de fuerza de trabajo, no adecuadas en economías con grandes excedentes de fuerza de trabajo.
Durante bastante tiempo, los factores negativos primarios en muchas consideraciones sobre el impacto de las empresas multinacionales  en las economías nacionales, especialmente en la periferia, llegando a convertirse, según algunos criterios, en auténticos actores perversos del proceso de desarrollo.

Pero otro elemento a considerar es que las empresas multinacionales propician flujos crecientes, de inversiones extranjeras directas y mientras que tales flujos suelen estar sometidos a fuertes variaciones cíclicas, las inversiones llevadas a cabo directamente por las empresas multinacionales en la medida en que la crisis actual ha dado  mayor volatilidad a las inversiones extranjeras directas.

Ahora ya no se trata de controlar y limitar sus actividades, sino de estimular las inversiones extranjeras directas realizadas por las Empresas Multinacionales para recoger sus beneficios,  aunque se tengan que soportar sus perjuicios.

Los factores de este cambio de visión política que operan de forma interrelacionada son de tres tipos:
  1. A escala Internacional, las nuevas tecnologías y sus modificaciones dinámicas, la expansión global de industrias punta y motrices y el ascenso del sector servicios estás cambiando la naturaleza de la producción.
  2. A escala regional, están surgiendo tendencias que concentran la actividad económica mundial en tres regiones:  Asia Oriental, América del Norte y Europa Occidental.  El Crecimiento y la integración en esas zonas están dirigidas por Japón, Estados Unidos y la Unión Europea.
  3. En la Esfera Nacional:  Es evidente la apertura de la mayor parte del planeta a la actuación de la Empresa Privada y al sistema de Mercado, es decir, al Capitalismo, por lo que son excepcionales los países o los sectores  donde no pueda aposentarse el capital.
Uno de los rasgos más sobresalientes que muestran el surjimiento de un  mundo económico nuevo radica en el creciente papel del sector privado que ha entrado en sectores hasta ahora reservados a las inversiones públicas:  Telecomunicaciones, servicios y transporte.  De ésta forma, mientras se ha acrecentado la participación de la inversión privada en el PIB, se ha reducido la Pública.  Esto se ha traducido también en posturas favorables a liberalizar el comercio, las inversiones extranjeras directas y los controles de cambio como condiciones para participar más intensamente en el sistema Global.

En parte, este cambio ha venido propiciado al implantarse, en algunos nuevos países industriales del Sur y Sudeste de Asia, modelos de desarrollo extravertido que han modificado claramente el esquema hasta entonces vigente de división internacional del trabajo.  Esos modelos se sustentan básicamente en la acción del sector privado y en la participación extensiva en la economía mundial,  aunque existan en ciertos casos políticas económicas intervencionistas de apoyo sectorial, de búsqueda o explotación de nuevos mercados o de estímulo o atracción de las inversiones y sin un despliegue profundo del mercado interior.

Otro factor más reciente lo ha constituído la crísis de la deuda externa de los años ochenta, que limitó las posibilidades de las estrategias de desarrollo gestionadas desde el sector público y provocó la aplicación de programas de ajuste estructural concediendo un mayor papel al sector privado y el despliegue de políticas no basadas en la creación de deuda pública  (casos como los ocurridos en Europa Central y Oriental, Latinoamérica, Africa y China).  El papel protagonista que jugaron las Empresas Multinacionales en catalizar estos cambios y sobre todo, en los procesos privatizadores, se vió reforzado por el descenso continuado de los préstamos bancarios.

El impácto de las nuevas tecnologías contribuyó también a impulsar la globalización de las empresas, los mercados y  los sectores productivos.  Ese proceso de Globalización significó que las actividades que crean valor añadido se desarrollan en varios países.   Dicha tendencia, a su vez, se ha visto auspiciada por los procesos de desregulación y las tendencias macroeconómicas.   Así, mientras que el sector financiero ejemplifica un mercado globalizado, las industrias del automóvil o de la electrónica de consumo son así pruebas de industrias globalizadas.

Este proceso de globalización tiende a disminuir la importancia Estado-Nación como escenario clave de la actividad económica y por otro lado modifica claramente la forma en que los países crecen y desarrollan una ventaja comparativa.

Como resultado de la Globalización, cada país tiende a especializarse en un segmento productivo de un sector concreto.  En ciertos casos, los países de un área desarrollan una ventaja comparativa en un sector, lo que redunda en un creciente comercio intrarregional e intraindustrial.  Las ventajas de éstas ventajas comparativas (Capital, Conocimiento, experiencia y tecnología) se transfiere superando las fronteras.  Así pues, los límites que definen una industria saltan por encima de las fronteras de los Estados.

La globalización significa también que las estrategias para desarrollar sectores independientes en términos nacionales ya no son apropiadas para lograr ventajas comparativas en sentido dinámico.

Estos flujos intrasectoriales de mercancías, servicios y tecnología son mayoritariamente canalizados por las empresas multinacionales.  Estas empresas pasan a controlar una parte creciente tanto de la inversión o la producción mundiales como de los flujos comerciales y tecnológicos, por lo que la globalización significa que la competencia intrasectorial se establece lógicamente entre empresas y no entre países.

Esta estrategia global de las empresas multinacionales, como producto del proceso de concentración-difusión del Capital.  Está cambiando las formas en que las inversiones extranjeras directas afectan a los países que las reciben .  Hasta ahora las inversiones buscaban recursos, mercados o exportaciones en función de disponer de abundante fuerza de trabajo barata, por lo que su contribución al crecimiento se limitaba a las ventajas comparativas en esa pruducción concreta; en cambio las estrategias globales difuminan los límites entre esos tipos de inversiones.

Por otro lado, los bajos salarios ya no constituyen la razón principal para las corporaciones globales que operan en sectores de alta tecnología, porque lo que los aumentos salariales pueden alterar, pero no disminuir necesariamente, las ventajas de localización.   Así países cuyas ventajas iniciales se basaron en los bajos salarios, como los primeros "dragones Asiáticos", al mejorar la competencia tecnológica de su fuerza de trabajo, continúan atrayendo empresas multinacionales después de que su ventaja relativa en términos salariales haya disminuído.

En otros términos, la globalización de la actividad manufacturera, que está dispersa en sentido geográfico, pero concentrada en una sola empresa, ha provocado que las inversiones extranjeras directas sean conductoras de ventajas comparativas.  Es decir, son las empresas multinacionales las que definen la nueva división internacional del trabajo, en la medida en que modifican  el papel de sus plantas en el exterior, que pasan de ser meras empresas de montaje a ser centros de alta tecnología y alto valor añadido, integrados en una red.

En el caso de los servicios, esta estrategia no puede ser aplicada plenamente; aquí, las empresas multinacionales crean filiales que reproducen el factor utilizado por la matriz, pero las transacciones intra-empresa son menores, aunque suponen mayores transferencias en la tecnología operativa y en la formación.

En proporción al PIB y al empleo total, el Sector servicios se  ha convertido en el más importante en muchos países y en dominante de todos los desarrollados.  Una parte sustancial de la producción de servicios, casi la mitad de los países periféricos, consiste en servicios intermedios que a su vez son factores productivos para producir mercancías y otros servicios.  Esta intensidad de los servicios en la producción de mercancías es creciente y elevada en los sectores de alta tecnología; así; casi el 80% del costo de producir un PC, por ejemplo, se puede atribuir a los servicios que incorpora.

Esto ha tenido su reflejo  en las inversiones extranjeras directas y en las actividades de las empresas multinacionales.   En tal sentido, casi el 50% de la masa total de inversiones extranjeras directas y entre el 50 y 55% de su flujo, se concentra en el sector servicios, en cambio sólo el 10% de su producción  es comercializado en términos internacionales.  Esta escasa comercialización está desapareciendo, fruto de los cambios tecnológicos experimentados por los PCs y las telecomunicaciones, aunque los mayores beneficiarios de estas transacciones hayan sido hasta ahora las empresas multinacionales, que los emplean internamente para poder extender y dirigir sus operaciones globales.

Como consecuencia del proceso de globalización han aumentado los fenómenos de regionalización. Las regiones resultantes están  definidas por tres "centros" principales (EEUU., Unión Europea y Japón), que actúan como origen principal de los avances tecnológicos, las corrientes de capital y los flujos comerciales a los países del entorno regional.

En esta fase de creciente regionalización, las empresas multinacionales tienen un papel mucho más importante del que tuvieron en el pasado, imponiendo su estrategia de red regional en el conjunto tripolar centrado en la UE, América del Norte y Japón.  Desde esos focos, las empresas multinacionales establecen sucursales en un grupo de  países e integran sus actividades mediante importantes inversiones extranjeras directamente en los servicios desde la casa matriz y en el seguimiento de las empresas multinacionales a sus clientes industriales en el exterior.

Al mismo tiempo se produce una convergencia de políticas en el interior de cada región discriminando a los que quedan fuera, lo que es contradictorio con la idea de globalización, si ésta se entiende para los países que no pertenecen al mundo tripolar.



 ECONOMÍA  MUNDIAL

DERECHOS  RESERVADOS   1995 RESPECTO A LA PRIMERA EDICIÓN EN ESPAÑOL  POR McGRAW HILL  INTERAMERICANA DE ESPAÑA  S.A.   -  EDITOR -  ANDRÉS  OTERO.

ROMPIENDO PARADIGMAS   POR  CLAUDIA TATIANA PALACIO VASCO,  BAJO MI RESPONSABILIDAD  EN EL PROCESO DE CULTURIZACIÓN  NACIONAL E INTERNACIONAL.



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